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Once upon a time in Hollywood: la caricaturización del Mal

Publicado: 2019-09-03

Once upon a time in Hollywood (2019) es la novena película del director norteamericano Quentin Tarantino —alguno dirá que son diez, mas no hay que olvidar que Kill Bill vol I y II forman una misma película, pero dividida en dos partes—. Este largometraje, se podría decir, es distinto a los demás. Hay pequeñas historias cortas que parece que nos alejan de la trama central y de los diálogos característicos del cine de Tarantino. Sin embargo, opino que la película logra su cometido: entretiene, cuenta una (y también varias) historia(s). El filme se compone y desarrolla como un homenaje al cine de finales de los 60: está ambientada en Hollywood, participan actores reales y ficticios de la época, aparecen las series y películas que fueron producidas en esos años. Todo este background es utilizado para insertar al espectador de vuelta a 1969, cuando ocurrieron los asesinatos contra Sharon Tate y sus amigos perpetrados por miembros de La Familia de Charles Manson. Me propongo en estas líneas dar algunas lecturas sobre la película, pues creo que algunos análisis están equivocados o pecan de superficiales sobre el desenlace y el propósito del mismo. Por un lado, veré la idea del doble o doppelgänger en la relación entre Rick Dalton y Cliff Booth. Por otro lado, analizaré la escena de las muertes de los miembros de la Familia a manos de Rick, Cliff y su perro. Por último, propongo que la película es un filme conservador, pero no en el sentido antiliberal o tradicionalista, sino en el plano en el cual el cambio social o político propuesto por los jóvenes hippies de finales de los 60 (representados por los miembros de la Familia) están equivocados. Por ese motivo, fallan en su cometido, pero no para darle al espectador una catarsis en contraposición con el hecho real, sino porque su propuesta ideológica y política fue, mirando hacia el futuro, desestimada por la población estadounidense. 

La película nos inserta en la vida del actor venido a menos de Hollywood Rick Dalton (Leonardo Di Caprio) y su doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt). Estamos a principios del año 1969, Rick está grabando un programa piloto cuando en los 50 se había hecho un nombre protagonizando la serie Bonty Law. En ese momento, tiene una conversación con el agente Marvin Schwarz (Al Pacino), quien le dice que hacer el papel de villano en los pilotos solo lo hunde más. Luego de grabar el piloto en Lancer y ser el antagonista en la serie F.B.I., Rick es contratado para hacer unas cuatro películas en Italia. Al mismo tiempo, Cliff se dedica a hacer mandados a Rick, pues aquel se encuentra sin trabajo. Al regreso de ambos de Italia, Rick le comenta a Cliff que ya no podrá pagarle y tendrá que buscar otro trabajo. Mientras pasa todo esto, se nos introduce en la vida de Roman Polanski y Sharon Tate, quienes son vecinos de Rick. La aspiración de Dalton es hacerse amigo de Polanski y poder protagonizar su próxima película. De vuelta en Estados Unidos luego de las grabaciones en Italia, miembros de La Familia de Manson ataca la casa de Rick; sin embargo, son derrotados por Cliff, su perro y el mismo Rick. Finalmente, se nos presenta a Rick conversando con Jay Sebrin, amigo de Sharon Tate. Esta última invita a Rick a pasar a su casa a tomar unos tragos y entablar una conversación.

Quisiera empezar con la idea del doble. En varios pasajes de la película nos dan a entender que Rick y Cliff se parecen. Uno da la cara mientras que el otro hace el trabajo sucio. Más bien, eso se dice en la primera escena de la película juntos. Así, Cliff no es solo el doble de acción de Rick ni mucho menos solo su amigo, es el empleado de Rick. En este caso, hay una relación amical y laboral entre el empleador y su subalterno. Como sabemos, el siervo tiene que proteger al amo a toda costa. Eso, específicamente, pasa en el largometraje. No es casualidad que Cliff sea quien derrote a los miembros de la Familia. Muy aparte de toda la historia sobre la lucha entre él y Bruce Lee y su pasado como supuesto asesino y héroe de guerra, lo más destacado, desde mi punto de vista, es que Cliff hace el trabajo por su empleador/amigo Rick. Al final, Rick se lleva todo el crédito, pues cumple su objetivo trazado al principio del filme, conoce a Sharon Tate, esposa de Polanski, mientras que Cliff llevó la peor parte y está hospitalizado. Aquí se ejemplifica la idea de que el rostro del capitalismo (léase Rick Dalton) tiene su fuerza trabajadora detrás de él que hace el trabajo sucio y pesado (léase Cliff Booth). Así como Jeff Bezos es la cara de Amazon, pero detrás de él están sus empleados poniendo a funcionar realmente la empresa. Así es como se pone en marcha la relación entre Rick y Cliff. Más aún, el propio Cliff tiene su “empleado”, su perro, quien está totalmente amaestrado. Un animal no habla, cumple órdenes y acata cuando se le manda; ese es el paradigma del proletario ideal del capitalismo.

De esta forma, Rick y Cliff se complementan, pues haciendo el trabajo de subordinado es como este último se mantiene económicamente. Si Rick no tiene empleo, Cliff tampoco lo tiene; si Rick viaja a Italia, Cliff lo acompañará; si Rick es atacado por una pandilla de hippies, pues Cliff, obviamente, lo defenderá con uñas y dientes. Así, Cliff no es el doble malvado de Rick, sino que existe una relación entre amo y subordinado que luce como una amistad. Finalmente, Booth se sacrifica para que Dalton consiga su objetivo, acercarse al director de moda, Roman Polanski, consiga un papel en su próxima película y vuelva al estrellato.

Otro punto que quiero tocar es la escena final entre los antagonistas (La Familia de Manson) y los protagonistas en la casa de Rick Dalton. En un principio, se nos presenta a los miembros de La Familia en el Spahn Ranch como un grupo de hippies que se aprovechan del viejo y ciego George Spahn. Toda la escena donde Cliff va al rancho e inspecciona el lugar es de un matiz siniestro. De esta forma, no es nada gratuito la música y la tensión del ambiente. El análisis superficial y del que no conoce la historia de los asesinatos de La Familia cae en la crítica conservadora de suponer que en la película se presenta a los hippies como unos vagos aprovechadores y sin ningún beneficio para la sociedad. Sin embargo, ese retrato solo debe servir para personificar a los integrantes de La Familia y no a los hippies y a su movimiento en su totalidad. Aquí propongo la siguiente lectura: la ideología y los asesinatos perpetrados por La Familia no hirieron a la industria cinematográfica; además, perdieron la batalla y, prácticamente, sus ideas han pasado al olvido. Por ello, se entiende por qué Tarantino se mofa de los miembros de La Familia constantemente, los caricaturiza y sus muertes son una burla, pues no son ningunas armas letales ni nada por el estilo, sino torpes. Caen fácilmente a manos de Cliff y de su perro (hasta Francesca le asesta un golpe a una de ellas). Primero, son cuatro los miembros que se aparecen frente a la casa de Rick; no obstante, no todos están seguros de su futuro accionar, pues uno de ellos se escapa en el auto. Segundo, las palabras que dice Tex Watson cuando está frente a Cliff “I'm the Devil, and I'm here to do the Devil's business” son caricaturizadas luego por este último cuando habla con la policía y dice que el hippie dijo que “he came to do some Devil’s shit…”.

Luego, la última es asesinada por el mismo Rick con ayuda de un lanzallamas que tenía de una película que había realizado años atrás, The fourteen fists of Mccluskey, un filme donde Rick asesinaba a unos nazis de la misma manera que como se nos muestra en la piscina. Aquí es menester volver a otra película de Tarantino, Inglourious basterds (2009). Allí, Hitler y la cúpula nazi es asesinada en un cine de la Francia ocupada a través del fuego de las carretas de las cintas. Un análisis sobre esa película arroja lo siguiente: Tarantino demuestra en esta película en particular que los nazis no solo perdieron en el terreno militar y político, sino también en lo cultural y, sobre todo, también en el cine. Desde la segunda mitad del siglo veinte hacia adelante, los nazis no serán retratados de otra forma que como el Mal en sí mismo, siempre perdiendo cada batalla y como los antagonistas de cada filme que se haga en Occidente. No es gratuito tampoco que en dos películas donde Rick Dalton participa, se haya enfrentado a los nazis: The fourteen fists of Mccluskey y Great Escape.

De esta misma forma es como se debe leer las muertes de los miembros de la Familia en Once upon a time in Hollywood. El discurso de Charles Manson está caduco y nunca tuvo alguna repercusión luego de las atrocidades que sus miembros perpetraron. Más bien, la sociedad norteamericana nunca los ha tomado en serio, por ello, sus acciones merecen ser superadas y ridiculizadas, como sucede en el filme de Tarantino. El error está en suponer, como ya adelanté líneas atrás, que las acciones de La Familia son parte del movimiento hippie y, de esta manera, leer la película como un filme que rechaza ese discurso. Todo lo contrario, los antagonistas son los miembros de La Familia y Charles Manson y sus ideas. Cabe resaltar que en el largometraje no se hace ninguna referencia al punto de vista de Manson, ya que no hay nada que debatir: el espectador espera que los villanos mueran y así sucede. Sin embargo, el mensaje es claro: las ideas de La Familia ya no están en boga, perecieron en el mundo social, cultural y artístico. Así como los nazis, los “hippies” de La Familia son derrotados para goce del espectador. Tarantino, a su estilo, reescribe la historia con un final feliz. No solamente para darle un matiz esperanzador por lo que hubiera pasado, sino para contar su historia, esta historia.

Había dicho en las primeras líneas que el filme es conservador. Me reafirmo en ello, porque al final todo queda como estaba antes. Los asesinatos de los miembros de La Familia no condujeron, en la vida real, a nada; fueron crímenes. La película nos muestra a unos jóvenes influenciados por Manson para realizar tales acciones (¡por eso que uno de ellos se escapa!). Por ejemplo, en primer lugar, Cliff nunca cuestiona su lugar como empleado de Rick, más bien lo protege hasta el último momento. Cuando Dalton sugiere que lo vaya a visitar, Cliff se niega y le dice que disfrute la noche con su esposa y que lo vaya a ver al día siguiente. En otra escena, entre Cliff y Pussycat, ella le sugiere hacerle sexo oral, pero él no lo hace porque está seguro de que ella no tiene 18 años. Y la escena cuando Cliff y George Spahn conversan y este le pregunta si no se están aprovechando de él, se puede entender que las acciones de estos hippies deben ser cuestionadas y llamar nuestra atención. Por si fuera poco, el filme termina con Rick Dalton consiguiendo ser amigo de Jay Sebrin y Sharon Tate.

Por último, si recordamos las series y películas que nos muestra Once upon a time in Hollywood (lo metacinematográfico está en todas partes en este filme), estas tratan sobre un protagonista que tiene vencer a un antagonista, ya sea Bonty Law, F.B.I., The fourteen fists of Mccluskey, Nebraska Jim, etc. Al final, vemos un actor venido a menos que, gracias a que unos hippies entraron a su casa a matar o robar, tiene una segunda oportunidad para volver al (futuro) estrellato.


Escrito por

Ernesto Castillo

Soy crítico literario, músico, teórico, gusto del teatro y la filosofía. Últimamente me dedico a escribir.


Publicado en

Letra 0culta

Textos sobre teoría y análisis literario y social.