Advierto que el siguiente ensayo lo realizaré basándome en la franquicia creada por Mark Frost y David Lynch, Twin Peaks. Como el universo es grande, pues contiene libros, series, películas, etc., me centraré en 4 fuentes: las dos temporadas estrenadas por la cadena norteamericana ABC en 1990 y 1991, respectivamente; las películas dirigidas por David Lynch que se desarrollan en el mismo universo, Twin Peaks: Fire walk with me (1992) y Twin Peaks: The Missing Pieces (2014). Por lo tanto, toda la información e interpretación hecha en el texto será a partir de solamente estas cuatro fuentes.

Empezaré por decir que empecé a ver Twin Peaks el año pasado, el 2017. No recuerdo cómo, pero creo que de casualidad. En verdad es que he visto algunas películas de David Lynch y me llamó la atención que hubiera en Netflix una serie hecha por él y recientemente estrenada. Así que le eché un vistazo, pero no entendí mucho. En ese momento, hasta ahora, me encontraba pasmado y entusiasmado por Mulholland Drive (2001), pues las interpretaciones llovían y parecían que ninguna y todas, a su vez, tenían sentido. De ese modo, me aventuré por ver la primera temporada de Twin Peaks y así entender la nueva versión estrenada en la cadena Showtime en el 2017. Así es como empezó mi aventura con la obra creada por Mark Frost y David Lynch.

Twin Peaks empezó como una serie ambientada en un pueblo ficticio del estado de Washington, EE. UU. y colindante con la frontera con Canadá. Todo empieza cuando se encuentra flotando en el río el cuerpo de la adolescente Laura Palmer. El FBI toma el caso. El agente especial Dale Cooper (Kyle MacLachlan) se encarga de la investigación. Ahí es donde empieza la serie. De las dos películas, una es una precuela; y la otra, escenas borradas de la película anterior. A continuación, esbozaré algunas interpretaciones personales basadas en mi lectura de lo visto en el universo de Twin Peaks.

En Twin Peaks nada es lo que parece: lo público versus lo privado

Al ver los primeros capítulos de la serie hay una distinción que no puedo pasar de vista: casi todos los habitantes tienen un secreto que ocultar. Por ejemplo, Laura Palmer es una adolescente de 17 años, asiste a la secundaria del pueblo, es hermosa y fue la última reina de primavera; sin embargo, tiene un lado oculto: engaña a su novio Bobby con otro muchacho, James; consume y comercializa cocaína, además de que se prostituye: acciones poco comunes para una adolescente de su edad. Por otro lado, el sheriff Harry S. Truman es el jefe de la policía local, pero tiene una amante, Jocelyn Packard, la viuda del difunto Andrew Packard. Benjamin Horne, exitoso dueño del hotel The Great Northern y un hombre de negocios, también es dueño de un casino y prostíbulo clandestino en la frontera, One Eyed Jack’s, donde justamente trabajó Laura Palmer. Así podría seguir citando varios ejemplos de otros personajes. Norma Jennings, la dueña del local Double R Diner; está casada, pero tiene una romance secreto con el mecánico Ed Hurley, quien también oculta su relación con Norma a su pareja, Nadine.

En Twin Peaks hay una verdad aparente: la vida apacible, tranquila y sin disturbios de los suburbios. Es un pueblo pequeño, tranquilo, aunque las personas aparentan ser lo que no son: tienen una doble vida, un doble estatus. Son una en la esfera pública, en el día a día, en el trabajo, con sus conciudadanos; pero en lo privado son otros, dejan de aparentar y, podemos aventurarnos a decir, son lo que verdaderamente son. Eso que no son, los constituye como sujetos. Luego ampliaremos este concepto. Aquí tendríamos que detenernos y analizar el título de la serie, el cual nos dará más pistas sobre este punto.

Hipótesis del título

¿Qué significa Twin Peaks? La traducción literal sería ‘los montes gemelos’ o ‘los picos gemelos’. ¿Qué nos dice eso? Los ‘picos gemelos’ se refiere a la locación geográfica donde se ubica el pueblo ficticio, pero ¿nada más? Si el nombre del pueblo Twin Peaks denota la figura del gemelo, entonces habría que seguir esa pista. Me aventuro a proponer que el nombre juega con una premisa que está a lo largo de toda la serie y las películas: el doble o la figura de los hermanos enemigos. Desde la biblia y en algunas culturas primitivas, la figura del doble o del gemelo idéntico a uno siempre ha traído problemas, tanto en la realidad como en la ficción. En algunas tribus, cuando nacen gemelos esta es interpretada como una señal de mal augurio, pues al existir una persona que se parezca a ti aumenta la posibilidad de tener una disputa con tu gemelo; por lo tanto, una solución es sacrificar a uno de los gemelos e impedir lo que René Girard nombró como la “violencia mimética”: el deseo es imitado, se aprende, se desea lo que el otro desea; esto, a la larga, lleva a una violencia incontrolable que hay que paliar. Por otro lado, en la historia de Caín y Abel, los primeros hermanos enemigos, la lucha es entre quién tiene la preferencia de Dios: ya sea a través de los sacrificios de Abel o las ofrendas de Caín. Ello deviene en los celos de Caín y el posterior asesinato de su hermano.

En la ficción de Frost y Lynch, el desenvolvimiento de la vida doble entre lo público y lo privado es fundamental en la composición de sus habitantes y de la trama. En otro sentido, el doble también es importante al identificar al doppelgänger.

El doppelgänger

La intromisión de los doppelgänger en Twin Peaks la vemos cuando la serie va avanzando y se nos presenta a Bob y a Mike, seres malignos que se alimentan de la maldad de las personas. Bob, por ejemplo, se alimenta del miedo, toma posesión de un ser vivo y se dedica a asesinar a quien pueda identificarlo. (En la nueva temporada de Twin Peaks (2017), por ejemplo, la trama está basada en el retorno de Dale Cooper a la realidad, quien tiene que hacer frente a su doble, poseído por Bob).

En un primer plano de la ficción podemos dividirla entre la vida privada y pública, como dos caras de una misma moneda. En otro plano de la ficción tenemos a los personajes reales y sus doppelgänger: Phillip Gerard y Mike (The One-Armed Man), Laura Palmer y su doble, al igual que Leland y Cooper al final de la segunda temporada, cuando estos ingresan en el Black Lodge. Así, el doppelgänger, la figura del doble, es la explicación fantástica en la ficción de Twin Peaks a los crímenes realizados por Bob, las apariciones surrealistas de The man from another place, el brazo de Mike, y del Gigante.

Agent Cooper, Lucy y Andy

Para finalizar, como último punto a tratar, analizaré los casos del agente Dale Cooper, Lucy y Andy. Mientras que hasta el momento hemos desarrollado la hipótesis de que la serie y las películas de Twin Peaks se despliegan sobre la teorización entre lo público y lo privado, y la figura del doble como el doppelgänger; hay algunos personajes de la serie que no entran dentro de esta delimitación. Los habitantes de Twin Peaks están construidos compactamente a través de su imagen pública o privada o a través de un doble. Esta composición enriquece a los personajes y los dota de un aire verosímil dentro del mundo de Twin Peaks. Así, en la ficción, los seres humanos son tales porque se comportan como unos, sin perder el marco de referencia con la ‘realidad’, pues siempre los hombres tenemos un lado que ocultar y que nos constituye como sujetos. En otro sentido, el agente Dale Cooper, por ejemplo, no entra en esa categoría. El personaje del agente del FBI es excéntrico, heterodoxo y, a diferencia de los demás, no se ve falla alguna; podría decir que es perfecto en su accionar, no se deja llevar por sus impulsos, sus corazonadas siempre dan en el blanco y sus métodos poco convencionales le rinden frutos. Dale Cooper no hace caso omiso a sus sueños; por el contrario, los tiene en cuenta para resolver el crimen de Laura Palmer. En los capítulos iniciales, deja al azar la elección de su próximo interrogatorio, el cual arroja al sospechoso número uno: Leo Johnson.

Para resolver este dilema sobre la construcción de Dale Cooper, en la segunda temporada conocemos más sobre él acerca de “errores” cometidos en el pasado. El amor es la falla en el agente Cooper. Eso lo hace humano. Si como sujeto que busca el amor, falla; esto lo convierte inmediatamente en un ser humano. Por lo mismo, pierde su perfección aparente y llega a formar parte junto a los demás personajes ficticios: con un yo-público que oculta un yo-privado. Esta podría ser la frase que encierre perfectamente el mundo de Twin Peaks.

En cambio, Andy y Lucy no poseen una doble vida, ni pública ni privada, pues son como los vemos tanto en su trabajo como en sus vidas personales. Más que personajes humanos y con una falla constituyente como los demás, son caricaturas. Andy y Lucy son personajes cómicos, verosímiles, pero fuera de lo común. Pareciera que ellos no entran en ese mundo tan cuadriculado que es Twin Peaks. A su vez, son tan encantadores e indefensos, como pudo ser el agente Dale Cooper en los primeros episodios.

Para finalizar, he revisado lo público y lo privado en la constitución de la ficción en la serie y películas, además de la estructura del doble y el doppelgänger, para terminar con unos comentarios sobre Cooper y demás personajes. Así, el mundo de Twin Peaks no termina aquí, sino que prosigue con la continuación de la serie estrenada en el 2017, 26 años después de la cancelación de la segunda temporada.